Otra vez el Chino Laborde. Esta vez no está maqueado, ni encima de un ring, está en la calle Defensa a la Feria de San Telmo con la Orquesta Típica Fernández Fierro en la que colabora desde el 2000, una formación propulsada musical e ideológicamente por la leyenda de Osvaldo Pugliese y con una sede social desde donde se revolucionó el tango argentino a principios de siglo XXI, el legendario CAFF (Centro Atlético Fernández Fierro) con sede en Bustamante al 700. Aquí están todavía dirigidos por el pianista Julián Peralta, uno de los fundadores que dejaría la orquesta poco después. 

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Una versión reducida de la Fernández Fierro, por si no hay permiso…
Aficionados a tocar en la calle, esa esquina de San Telmo se hizo mítica en el circuito del tango alternativo de Buenos Aires. Y no es de extrañar, el ambiente que llega a crear esa orquesta de tres bandoneones, dos chelos, cinco violines y un piano es violentamente tanguero. Aqui recrean un clásico del año 34, «Cuesta Abajo» de Gardel y Le Pera. Está toda la magia de la música en directo a flor de piel, toda la fuerza del tango en el coro que canta el público: «Era, para mí, la vida entera, como un sol de primavera, mi esperanza y mi pasión. Sabía que en el mundo no cabía toda la humilde alegría de mi pobre corazón. Ahora, cuesta abajo en mi rodada, las ilusiones pasadas yo no las puedo arrancar. Sueño con el pasado que añoro, el tiempo viejo que lloro y que nunca volverá». Con esta gente tocando y la afición animando el tango está muy vivo.
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