Esta mañana me ha saltado en el ipod este «Howlin´Wind» de Graham Parker. Y como es verano y a las ocho de la mañana hay una luz muy bonita la canción me ha vuelto a emocionar. La he borrado varias veces pero siempre vuelve. Además de versionear a las grandes del soul (el «Chain of Fools» por ejemplo) Parker es ante todo un escritor de canciones. Amargas reflexiones contra el sistema educativo y la hipocresía que le valieron ser definido como el joven cantante enfadado.
Siempre fue un músico solitario al que le buscaron un grupo a la medida entre Nick Lowe y Dave Robinson (futuro dueño de Stiff Records) con los restos del pub-rock. El guitarrista Brinsley Schwarz, Martin Belmont teclados, Stepehn Goulding batería y Andrew Bodnar bajo, se encargaron de vestir las canciones que había compuesto Parker mientras trabajaba en la gasolinera local. Letras que hablaban de nuevos tiempos «The waterfalls trinkling/ Like bells to my ear/ The earth rolls out before me through smiles and tears/ A country lost, a soul discovered/ The ruin that I once was will soon recover/ And I know a howlin’ wind runs through here blowin’ every day/ Yeah a howlin’ wind runs through here takes my breath away». Soul en el fraseo del bajo, en el órgano, en la poca pero sentida voz de un angustiado Parker que gustaba de un cierto aire de predicador en ésta o en «Hey Lord, Don’t Ask Me Questions», pero que sabía agarrar el rock’n’roll en «Back to Schooldays». No gozó del éxito masivo de compañeros como Elvis Costello pero se ha mantenido en una segunda línea de respeto, la maldita pero cómoda condición de artista de culto.