Seguro que Alaska y Canut sintieron el mismo escalofrío que en Canciones Profanas cuando escucharon esta canción. Pero este Indicios estaba en el segundo trabajo de Carlos Berlanga en solitario, editado en el 94.  También había un dueto con Ana Belén de la samba «Aguas de Março» y una versión con sus amadas Vainica Doble de «La Funcionaria».

Esos arreglos de cuerdas del principio son la esencia de los mejores Dinarama. Compone como en sus mejores días y para las letras, en vez de Canut, cuenta con la ayuda de Paloma Olivié. Se pasó el calentón de la ruptura y recupera toda su ironía distante, el dandy afilado, mordaz que parecía querer parecer. «Ser prudente de más es tan malo como no serlo/ Tú te pasas mucho por el lado de la discreción». Y pasa a contar otra vez, con esa primera persona que es su marca de estilo, otra historia de desamor,  «y si tu supieras lo que yo daría por tu amor/ Y con esa cara que me miras/ medio rara que no dice nada/ veo en tus ojos la novela del aburrimiento/ noto en tus palabras que tu ya no bebes los vientos/ Lo siento…». No está tan acabada como podría haberlo estado pero tiene la magia de Berlanga, la del pop que juega sobre esa delgada línea.

Berlanga en la serie de Ouka Lele

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