El colega de Ben Vaughn. A los 16 años vendía un millón de discos con los Box Tops y The Letter. Después formó los Big Star con los que hizo tres discos que vendieron muy poco y desde entonces ha mantenido una carrera de bajo perfil. Pero su influencia es de las mayores que se recuerda. Hubo un momento en que no eras nadie si no citabas a Alex Chilton como referencia. Otro del catálogo de americanos europeos.
Aquí va una rareza. El alma de Chilton no era tan soul como la de sus compañeros y en el 70, ya acabados los BoxTops grababa estas sesiones con músicos de estudio en los Ardent de Memphis. Todavía no sabía que camino coger pero esta pesada versión del clásico deja ver porque gente como él y los Flamin Groovies estaban tan vivos en la resurreción garajera de los noventa. Sonido rasposo y pesado con un gran bajo que se tambalea y un aire amateur. Al poco tiempo montaba Big Star, y sin mucho éxito trabajó en Nueva York durante los setenta alrededor del CBGB. En los ochenta lo hizo desde Nueva Orleans, discos pequeños fieles al lo-fi al que pertenecía, un tipo de americanos que se dedican a la música con una filosofía propia. Y que de repente, un par de décadas después de sus años dorados descubren su escondida influencia. «I was born in a cross-fire hurricane/ And I howled at my ma in the driving rain,/ But it’s all right now, in fact, it’s a gas!/ But it’s all right./ I’m Jumpin’ Jack Flash,/ It’s a Gas! Gas! Gas!»
