En la maravilla que firmó Chuck Berry en el 61 no aparecía la armónica que los Rolling metían en su single debut. Los californianos la recogerían añadiéndole un eco increíble que llenaba de psicodelia lo que los ingleses habían llenado de rythm´n´blues. Pertenecen a la primera generación garaje de la historia. Los grupos americanos que veían el show de Ed Sullivan y buscaban una canción. Los Chocolate Watch Band ya marcados con un nombre tan cantoso lo hacían desde la californiana San Jose.
Como irónicamente recoge la AllMusic, a mediados de los 80 se encontraron con que llevaban quince años sin tocar y de repente sus vinilos originales se vendían a 200 dólares. Buena culpa de eso la tuvo Lenny Kaye, el guitarrista de Patti Smith y recopilador de Nuggets, una colección recopilatoria de todos los grupos oscuros de la época. Oscuros pero con fogonazos, canciones que sonaron como singles, algunos incluso en Europa, grupos como Shadows of Knight, 13th Floor Elevators, o The Standells. Los Chocolate y los Flamin´ Groovies representaban la rama stone de todo ese movimiento, con más éxito comercial por parte de los primeros que fueron buenos colegas de Bill Graham, el programador de la Fillmore, desde que telonearon a The Mothers of Invention. Pero duraron mucho menos, en el 70 cada uno se habia ido por su lado mientras los Flamin´completaban la segunda o tercera de sus resurrecciones. Pero ahi dejaron una de las mejores versiones de Berry, enfadado porque todo sale mal desde que se ha separado de su novia, «Everything is wrong since me and my baby parted/ All day long I’m walkin’ ‘cause I couldn’t get my car started/ Laid off from my job and I can’t afford to check it/ I wish somebody’d come along and run into it and wreck it.»