Eblis Alvárez desde Bógota es el responsable último de los Meridian Brothers, un artefacto sonoro que lleva unos cuantos años sacando todo el jugo surrealista y electrónico posible al folklore colombiano. Lo que hacian los de Tropicalia en Brasil pero más caribeño y radical. Corriendo el riesgo de ser el personaje que lo hace todo este bogotano está metido en todo proyecto musical interesante que ha salido de Colombia en los últimos años como Ondatrópica o Los guitarristas Cumbieros.
Desesperanza es su disco de 2012 y una muestra de como se agarra una música de las venas para llevarla un paso más allá. Un purista del floclore caribeño se echa las manos a la cabeza, un escuchador de pop la goza. Creadores de letras surrealistas, se acercan al ritmo de sus padres con respeto mientras lo transforman con sonidos electrónicos y teclados que hacen de ritmo, sin perder ni un paso del tumbao. Con un viejo aroma a lo que hacían Os Mutantes pero con mil músicas más escuchadas, tan caóticos en su instrumentación como serios en su forma de trabajar. Alvárez ha sido dos veces Premio Nacional de Música de Colombia y dirigen desde hace diez años, la Distrifónica, una distribuidora-agitadora cultural. «Suenan las tonadas bellas desde mi Colombia/ En un día soleado que se queda en la memoria/ Caen los pescados y matamos vacas sordas/ Y los niños juegan con las vacas sin memoria/ Traigan los tambores de las razas ancestrales/ Vamos a quemar al Dios de los occidentales/ Matamos gallinas perseguimos los bonitos/ Los metemos en el fuego con los pescaditos»
