Ahora Chris Isaak es una vieja estrella invitada en series y películas y seguro que tiene escenario reservado cuando quiera en cualquier buen hotel de la Costa Oeste. No se puede quejar el de Oregón, que se comió las listas en el 89 con Wicked Game. Su primer disco, este Silvertone del 85 no vendió tanto pero fue uno de los discos del año. Una pequeña ayudita fue que su música se adaptase como un guante a las películas de David Lynch.
Cuando andaba tocando por los bares de SF con un grupo de rocabilly llamado Silvertone, llamó la atención de Erik Jacobsen, un medio retirado productor del mundillo folk que habia hecho los discos de Lovin` Spoonful a finales de los sesenta. La combinación con el guitarrista James Calvin Wisley y el espacio que la producción le mete a las tristes canciones de Isaak dieron con la tecla de lo que buscaba el country del momento, Grandes espacios y mucho crepúsculo. Canciones en las que se puede ver un paisaje como el de este funeral en la lluvia y marcaron una sutil frontera entre el country y la americana. «I’m walking, I keep on walking around the world./ I’m talking, I keep on talking about a girl./ I loved her but now I’ve lost her, loves in vain./ I watch a funeral in the rain./ I watch a funeral in the rain.» En el 85 nadie sonaba así.