Una de las mejores canciones de un año especialmente bueno. 2002. En los años pre Arctic Monkeys hubo fogonazos como estos australianos, que empezaron a despejar un panorama demasiado copado por el rap y los efectos colaterales de la guerra Oasis-Blur. Fue también el año de Eminem y su sampleo de Elton John. No eran tan buenos como Strokes o Libertines, los grandes de aquellos años en los que aquí sonaban Estopa, los Planetas y la Puta Opepe, pero su primer single era esta canción con un buen riff y toda la intensidad del rock.

Rápidamente fueron considerados como los nuevos Nirvana y en sólo un año coparon las portadas de RS y NME. Que eran fans de Kurt Cobain lo dejo claro desde el primer momento Craig Nichols, el problemático líder de la banda que se juntó Patrick Mathews su compañero de trabajo en el McDonald´s, para hacer una banda de versiones de los de Seattle. El brutal éxito de 2002 en Australia, los USA y Europa acabó en 2004 con un flojo segundo disco y una gira que se canceló el primer día después de que Nichols se pelease con el público y Mathews abandonase el escenario y el grupo. Una bronca que acabó en los tribunales con un Nichols confesando en su descargo que sufría síndrome de Asperberg. Desde entonces varios cambios y unos cuantos discos erráticos. Un fogonazo. Algo muy australiano.

Los buenos tiempos

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