Si alguna vez tiene vigencia la etiqueta del control parental puede que sea con esta canción. Lo políticamente incorrecto recorre todas las rimas, algo común en Calle 13 pero nunca de una manera tan descarnada. El Residente se mete en la cabeza de un joven muy loco y describe el mundo en uno de los ejercicios más literarios de los boricúas. Y dan miedo.
Paseando a Cleo por la Miñoca empecé a escuchar en los cascos a Calle 13. Y entendí por primera vez el gansta rap cantando en castellano. En Sin Exagerar los Calle 13 sabían reirse con ironía y traían un invitado con el flow más latino que conozco, Tego Calderón. Era su segundo disco, año 2007. Calle 13 acabaron metidos en el lado melodramático del reggaeton y fueron diana de todas la guerras mediáticas. En el tercero, un año después estaba este John el Esquizofrénico. Desde entonces sólo han editado un documental y un disco aunque no han dejado de actuar en directo, hasta lo hicieron en la salina de la Magdalena en el verano de 2011. Aquí había poco de reggaeton y mucho de suspense. Nada como ponerse en la cabeza de un psicópata «la gente piensa que yo estoy enfermo/ porque corro por la ciudad con mi cuaderno,/ hablando con los perros con pantalones cortos y unas botas de vaqueros/ un paraguas en la mano y un sombrero de torero,/ pero no estoy mal del todo también hablo con la gente/ digo muchas mentiras para jugarle con la mente/ me gusta dar mal las direcciones del camino/ para que la gente siempre llegue tarde a su destino…» con la rima irónica del Residente y las bases del Visitante. Ideal para este fin de semana. Como dice el coro, «Soy un asesino en serie, como los de miniserie,/ Detrás de la puerta, colecciono gente muerta,/ Para poder matar el hambre, desayuno cereal con sangre,/ No tengo familia, porque maté a mi familia.»
