Si se habla de pop escandinavo hace años que la cosa no se queda en Abba, están los bestias de los Hellacopters, los suaves Cardigans o los mainstream A-ha, eso si, todos suecos. A los noruegos, la verdad, se les conocía más en los ambientes del death metal pero los fiordos escondían un músico con mucha clase. Esto estaba dentro de su tercer disco, editado en el 2006. Un repaso al jazz como estilo con versiones de temas de Prefab Sprout y Costello y composiciones propias como esta «(I Wanna) Call It Love».
Más que un multinstrumentista un multiestilista, capaz de meterse en la piel del punki, del crooner de crucero, de la estrella pop y por supuesto del jazzmen. Sobre la ola del pop luminoso es donde ha conseguido sus éxitos más sonados pero en esta incursión a los campos de Jamie Cullum, las movedizas arenas del jazz-pop, se le ve seguro de sí mismo aunque se pregunte si es romance o es amor. Ahí va dudando hasta el primer y precioso cambio con la prueba del nueve, «Can we dance instead of walking?/ We wanna break in to love’s industry/ Lie down where it’s machinery slows down/ When we’ve danced our socks off and it’s late/ We’ll lie down to anticipate forever». Gran amigo de Costello con el que ha hecho alguna que otra gira hay algo del savoir faire del inglés en este tipo de apenas treinta años y ya con siete discos y un sello del correo noruego a sus espaldas.