it´s allright & for sentimental reasons – sam cooke

Lo que más se ha echado de menos en este año y medio que estamos pasando son las actuaciones. De cualquier tipo y color, una banda, conjunto, orquesta o grupo haciendo sonar su música frente a gente, mucha o poca, que quiera oír, saltar o escuchar. Con la sonoridad de la acústica o la energía de la eléctrica, música en directo. He visto unos cuantos centenares, siempre mejor en sitios pequeños que en grandes, eléctricos que acústicos, rockeros que folkies, me he aburrido y he saltado, sin que otras sustancias hayan interferido en lo que un grupo transmitiera o no. Pero siempre he respetado más al grupo que lo hace mejor en directo que en disco. Por eso los directos siempre han sido la prueba de fuego en el rock.

Este directo ya está cerca de cumplir los sesenta años, no sé que tecnología tendrían entonces, y está grabado en el Harlem Square Club, un teatro de Florida de un barrio negro que colgó el no hay billetes los tres días de enero del 63 en los que Sam Cooke y su grupo liderado por King Kurtis descargaron su bien engrasado sonido. La RCA tenía pensado editar un disco en directo para ir apuntalando la carrera popera que los jefazos tenían diseñada para el negro que se comenzaba a rebelar. La muerte de Sam Cooke en ese mismo año en circunstancias nada claras llevaron el proyecto a un cajón. Las canciones que fue componiendo ese año empezando por A Change Is Gonna Come han ido alimentado sólidas teorías conspiranoicas sobre su extraño asesinato con un papel estelar en todas de la CIA. Fue una de esas estrellas fugaces capaces de deslumbrar en cinco años más que la inmensa mayoría en carreras de veinte, de las que la música sabe un rato, con la diferencia, muy importante, de que en Sam Cooke más que impulsos autodestructivos había una toma de conciencia y una personalidad inteligente y carismática que podía poner nerviosos a más de cuatro. Este clasicazo va en el concierto justo después de Chain Gang y Cupid y el teatro, tal y como transpira el vinilo, está lleno. No hay un sonido espectacular, tampoco hace falta. Sam Cooke habla con la gente y avisa de un momento más romántico, les dice como tienen que bailar y empieza la melodía, «Whoa, it’s all right/ It’s all right/ It’s all right/ Believe me when I say it’s alright/ Long as I know, long as I know that you love me/ Baby, it’s all right«. Tenía un truco, una canción debe tener una melodía cantarina y ha de ser fácil de recordar. Para cuando empieza For Sentimental Reasons, la segunda canción de la meddley es capaz de que todo el teatro la cante y se equivoque con él. El directo puro y duro. La muerte de Cooke hizo que esta grabación quedase escondida en los cajones hasta el año 1985, una de las mejores sorpresas aquel año y uno de los mejores discos en directo de todos los tiempos.

El Harlem Square Club de Miami

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