Nick Lowe siempre ha ido por libre. Su estilo de producción, limpio y relajado, está detrás de toda la Stiff y algo del ska. Después se fue por amor en América, se casó con la sobrina de Johnny Cash y su versión de The Beast On Me es la que suena en Los Sopranos. Esta Love Gets Strange de John Hiatt está grabada en el 88, un Nick Lowe americanizado en Londres.
Hay interesantes teorías sobre los cuatro acordes en que se basan el cincuenta por ciento de las 100 primeras canciones del Spotify, otras que lo amplían a los ocho acordes del canon de Pachenberg y también están las mashed songs, que mezclan a Oasis y Travis para sacar a Green Day. Se olvidan de otras muchas cosas que acompañan a una canción, y la hacen grande y diferente de su parecida. Cosas sutiles que provocan que un tema de hace veinte años sea uno de los pelotazos del verano por sonar en un anuncio de cerveza. Lowe es el rey de esos detalles y para empezar su entrada de bajo. No sé contar los acordes, y puede que aqui no haya ni tres. Pero lo grande es hacer cosas de la manera más sencilla y lo lleva haciendo desde que estaba en Rockpile. Transmite la tranquilidad del que se toma la vida como le viene y tiene el toque inconfundible de la flema inglesa. «No hoping for a sudden change/ And there is no door to get out of before this love gets strange/ And loves gets strange/ We used to wonder what it’s all about/ But I just wanna take this garbage out».