Si te gusta el pop es bueno tener en casa a alguien mucho más joven que haga de radar. En casa es Carmencita. Así me puedo seguir sorprendiendo. Por eso además de seguir colgado con los Clash muchas veces le tengo que preguntar que es eso que estoy escuchando. Una de esas veces sonaba este Adam Green que me parecía un sobrino de Kevin Ayers. Un seguidor del Anti-Folk, un movimiento de folk radical que fundó gente como Michelle Shocked a finales de los 80 como respuesta a un Greenwich Village alienado.

A él y a su amiga Kymia Dawson les pilló jovencitos pero supieron agarrar su energía. Moldy Peaches sería su primera llamada trasantántica y el meter Anyone Else But You en la película Juno su primera incursión al otro lado de la línea. Era solo una guitarra, dos voces, media batería y el talento adecuado en el momento justo. Una canción del 2000 que se hace conocida ocho años después, cuando los Moldy Peaches ya no existen pero que le sirve a Green para editar a todo trapo su quinto disco en solitario, Sixes & Seven. El single sería este Morning After Midnight, mucho más lujoso que en los tiempos del Anti-Folk y con ese aire burlesque que le hace parecerse de verdad al hippie sinfónico medio inglés medio mallorquín. El mismo toque entre socarrón y cínico, la misma voz grave y la misma distancia. Aqui la letra es lo de menos «Morning after midnight/ hey cha cha cha» es básicamente todo lo que dice. El feote freakie se hace rodear de admiradoras y sueña con el mainstream.

No tan naif

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