En el 2013 y dentro de Poetas y Motocicletas, Pastoriza está, como dice el Faro de Vigo y él mismo, entre Cunqueiro y David Bowie. Aunque a él seguro que le gustaría más entre Cunqueiro y Ray Davies. Hace tiempo que el extraterrestre de Vigo ha dejado de mandar viñetas desde la Cúpula que habita con vistas al García Barbón. Es el escritor pop de Vigo, el más impresionista, aunque siempre le interesen más el hiperespacio, la física y las historias sentimentales.
Empieza con guitarras genuinamente british, a Pastoriza no se le conocen incursiones en la americana. Está menos valorado de lo que nos gustaría a toda su corte de feligreses. Vive, o vivía en un buen puesto de observación y lo utiliza. Aquí vuelve a uno de sus temas favoritos, el amor, que es electricidad y se encuentra en cualquier lugar, en el Venus de «Venusiana» o en la oficina del Inem. En la del Calvario o en la de la Bouza…De la fila al caliente vaso de café, «podemos conseguir un empleo/ quien nos iba a dar un empleo«. Como nos gustaría que fuese la vida misma, aquí no es el cinismo de «La Bola Extra», es, más bien, el viajero que derrapaba en su nave espacial y que hay ha caído en eso que llaman «los organismos oficiales y el amor«. Puede que después se vaya a pasear por la Alameda a ver «ojos gris metalizado/ del color de los coches caros». Que puede decir un vigués poppie de quién ha conseguido meter el Lagares, el Berbés, las Cíes y el circular en la melodía del Waterloo Sunset?
