Cádiz es como es. Se puede ser de Cádiz o no serlo, ni ná. Y Josele es un madrileño de Malasaña que aprecia tanto Cádiz como Vigo, lo que denota un fino paladar. Le cantó a Bouzas y debajo de este Paé, se esconde una postal de Cádiz escrita por alguien que se lo ha pateao, aunque fusilase la letra del Dono Mí Cuerpo a Las Momias, la chirigota del Love en el 86. No ha llegado a mamar Cádiz como ha mamado Galicia, pero se lo ha currao.

Está escondida al final de la cara A de su disco de 2011, Lecciones de Vértigo, un Josele sabio y burlón que carraspea y se empapa bien de hospital y carnaval, de mar, de sal, de ortiguillas y sobre todo, de mucho hospital, asustado de tanta estrechez entre tanto mar. Ahí sale hasta el Vaporcito con el blues tipo swing al que se aficionó junto a Pablo Novoa, un vigués que también pasó por aquí y trabajó largo tiempo con Nono García, un guitarrista de Barbate. Un disco soulero con un riff de Leslie o de Hammond abriendo un trabajo entre plácido y reflexivo. Filosófo y críptico el que habla con los peces es un tipo de respeto.. Recuerdo comprar el vinilo en el Bora Bora de Granada hace unos cinco años y haberlo tenido cogiendo polvo tras una rápida escucha. Todo un pecado en un joselero como yo. Y así lo volví a escuchar con calma…«un tributo a paliativos:/ jipios en maternidad/ Cada pez en su tiovivo/ Chirigotas bajo el mar». A ver si hay suerte y aparece un día por el Pelícano.

De Josele a pico y pala

Entradas relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *