Esta canción es de las que recuerdo desde la semana que salió, y seguro que la escuche en la radio nacional, que era la cadena pública. También había buenos programas en la radio privada pero en este país, no sé porque, para escuchar buena música en la radio había, y hay, que oír la pública. Y sonó esta canción que puso a Sisa en la galaxia que rozó cuando lanzaba poco antes su manifiesto de cantautor galáctico. El video de la canción, tan sutil como ella, es de Sergi Esgleas.
Apenas un piano y su voz canta-recita los invitados a la fiesta, los que todos conociamos y unos cuantos catalanes que Sisa nos presentaba. «Oh, benvinguts, passeu passeu, de les tristors en farem fum/ A casa meva és casa vostra si que hi ha cases d’algú.». Al final, un violonchello para acentuar la acogedora melancolía de la canción. Que trata de una infancia común en la que casi todos los personajes son familiares «A les dotze han arribat la fada bona i ventafocs/ en Tom i Jerry, la bruixa Calixta, Bambi i Moby Dick/ i l’emperadriu Sissí/ I Mortadelo, i Filemón, i Guillem Brown, i Guillem Tell/ la caputxeta vermelleta, el llop ferotge, i el caganer/ en Cocoliso i en Popeye….» . Sisa, con el tiempo, pasaría a ser Ricardo Solfa y aunque siguiera siendo un cantautor galáctico ahora era más un bolerista excéntrico. De esa época son sus colaboraciones con Sabina «Hay mujeres» y el disco «Ropa fina en las ruinas». Después volvó a Barcelona, no sé si a una nueva reencarnación, en «Ni cap, ni peus» producido por el teclista de Antónia Font.