Ser uno de los ahijados preferidos de Juan de Pablos es tarjeta de visita suficiente como para dos o tres atentas escuchas. Y Miguel Angel Julian, nacido en Torrejón, se lo merece. De algún lugar particular tuvo que mamar la fiebre del soul, un género y un sonido difícil donde una buena sección de viento es más que necesaria. En el 89 comenzaba a grabar sus primeras maquetas y La Fábrica Magnética les edita su primer largo, llamado como su tema insignia, Soul Teller. El que habla de soul.
Por Vigo aparecieron junto a Juan de Pablos en una sala de corta vida a la salida de Teis. Los Cool Jerks tocaban y la fiesta continuaba con un par de horitas de Juan de Pablos pinchando una especie de Flor de Pasión Dance. Alli los CJ sonaron como un grupo bien engrasado, un soplo de soul en medio de la apoteosis indie, aunque no se notase un feeling muy especial entre la sección de viento y el resto del grupo. El de Torrejón siempre ha sido un tipo difícil pero en los noventa consiguió mantenerse con un directo potente en bolos de fin de semana como el que les llevó a Las Siete Torres. A finales de los noventa dejaron de editar discos y tras una larga estancia en Londres. MA Julián volvió a principios de esta década como los Soul Tellers, la canción que se compusó un dia inspirado y sobre la que todavía sigue girando la vida de este soulman, «well, i’m a soul teller/ and yes, the deepest piece/ that i’ve never seen/ i’m a soul teller/ you’ve sold yourself so many times/ the pain was taken when i wanted to/ all i want to do is tell you…»
