Funky vasco en el bar-kebab. The Cherry Boppers son los últimos revivalistas del mercado. Desde su debut en el 2006, el grupo con una parte guitarrera de lo más heavy se dedican a hacer lo que definen como jazz funk con toques rock. Entre el Hammond y la sección de vientos y liderados por el guitarra y la batería le sacan una foto al Bilbao menos abertzale.
Para el buen swing no existen barreras, en la Barbería Pozo, en el Asian Kebab o en Carrocerías del Norte siempre hay sitio para un buen meneo. Como los Fundación Tony Manero o los Agapornis de Cádiz, Cherry Boppers recrean el estilo que paseó el Farfisa de James Taylor Quartet antes de la explosión noventera del acid-jazz. Claro que en aquella época no se utilizaban megáfonos que anuncian, «Cuida los valores importantes como el amor a la vida y la amistad, trabaja como hace nuestro compañero Ignatius Johnny en esta canción de los Cherry Boppers» antes de que Ignatius nos atice con un solo de Hammond. El funk-rock vale también para hacer breakdance.