Harrison tenía tantas canciones dentro que cuando los Beatles se acabaron editó un triple. Concentró en la parte final del grupo sus mejores temas («While my guitar…»,»Old Brown Shoe», «Here comes the sun») y aún le quedo cuerda para lanzar en noviembre de 70 las dieciocho canciones de «All Things Must Pass», un título budista para la circunstancia del momento. Ahí estaba «My Sweet Lord» y un par de canciones compuestas con Dylan, un gran amigo, pero yo me quedo con «Wah-wah», compuesta en el impasse suyo de ser ex-beatle unos cuantos meses, entre «Let It Be» y «Abbey Road».
Años después Eric Clapton, siempre ligado a Harrison para lo bueno y para lo malo, haría entradas parecidas a las de este tema en «461 Ocean Boulevard», un riff entre dos guitarras (Harrison la primera que suena, Clapton la segunda) que parecen llevar cabalgando la canción. La Wikipedia dice que si Yoko pacá y Ono pallá, pero yo creo que esto es simplemente una muestra de su calidad a la guitarra y que la letra va por libre, aunque la última estrofa si que parece que la grabación en el tejado le ha dejado bastante cansado del tema «Oh, you don’t see me crying, Hey baby, you don’t hear me sighing, Oh, no no-no no Wah-wah Now I don’t need no wah-wahs and I know how sweet life can be if I keep myself free – of wah-wah I don’t need no wah-wah», definiendo la atmósfera que rodeaba al grupo de una manera muy guitarrera. El Beatle más taciturno y personal empezaba así una vida más libre que la de sus dos compañeros y, aunque se queje (puede que con razón), de que Spector la sobreprodujo con tanta acústica y tanto piano (Billy Preston contestando a las guitarras), la canción es una muestra de su poderío como guitarrista, incluyendo el steel que se pelea con el saxo de Bobby Keys en el minuto tres. Hare Krishna Rickenbacker!