En algún artículo sobre guitarristas leí que a Joni Mitchell se le admira por la forma en que consigue afinar su guitarra y sacar ese característico sonido. De personalidad apabullante, su carrera ha sido de las más personales de la música americana. Este «Big Yellow Taxi» tiene el espíritu musical de unos tiempos en los que ella participó a su manera canadiense. Amiga del jazz hasta lo más profundo de su alma, a partir de los 70 comenzó a colaborar con Jaco Pastorius y Wayne Shorter acabando en el 76 con su particular homenaje a Mingus en «Hejira», con el bajista de Florida en plena forma.

Incluida en «Ladies of the Canyon» fue su primer gran éxito y está dedicada al enorme aparcamiento que vio desde la ventana de su hotel en un viaje a Hawai. Propulsada por su particular forma de tocar la guitarra y su voz que parece siempre al límite, solo necesita un poco de percusión y esos coros tan californianos. «They paved paradise/ And put up a parking lot/ With a pink hotel, a boutique/ And a swinging hot spot/ Don’t it always seem to go/ That you don’t know what you’ve got/ Till it’s gone/ They paved paradise/ And put up a parking lot.». Y aunque suene tan hippy nunca fue Joni Mitchell muy amante de las flores, siguiendo un poco la estela solitaria de Dylan, con quien colaboró años después en la mítica gira Rolling Thunder Review. Si algo pudiera definir a Joni Mitchell es que nunca hizo concesiones. Y eso el tiempo lo agradece, este tema de hace cuarenta años con un poco de producción lo hubiera querido firmar Laura Marling, o cualquier cantautora del siglo XXI. Un clásico.

Dylan, atento a la lección

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