Los ingleses de Stiff, envalentonados por los pelotazos de Costello y Dury, editaron en Europa (con gira incluida) este «Buena» de Joe King Carrasco. En el verano del 81 el Gato y yo llevamos el disco a una caseta de la feria de San Fernando donde conocían a Grand Funk y a los Rolling y casi nos parten el disco en la cabeza. La canción no es que haga justicia al título pero no está tan mal y era la primera aproximación de la música tex-mex al pop que sonaba por aquí. Supongo que en países que no conociesen tanto a Chavela Vargas funcionaría algo mejor.

El concierto para los perros abandonados
Otra cosa fueron cinco años después Los Lobos, que llevaron la música fronteriza a otro nivel, claro que ellos no eran gringos y lo llevaban en las venas. Pero este «Buena» tenía su punto, con la entrada de acústica y el órgano de Kris Cummings que hacía lo que sería el acordeón de Flaco, por ejemplo. Aunque su apellido sea tan poco mejicano como Teustsch, Joe King siente como latino, se movió por Nicaragúa a mediados de los 80 y vive en Puero Vallarta desde hace mucho tiempo. Desde allí monta sus giras por Tejas, donde es todo un personaje, dirige un restaurante con actuaciones que seguro que es muy divertido y se come el coco con una granja de perros abandonados (Viva Perros), mismito como César Millán.
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