Un tango y Andrés Calamaro, dos clásicos del blog. No hay mejores letras en la canción en castellano que las de los tangos, como no hay mejores novelistas en el siglo XX que los suramericanos. Me gusta ese canal continuo entre Argentina y España incluidos esos chascarrillos que se gastan de ser los más europeos. Me gusta su futbol, su música, su asado, el dulce de leche su acento y sus rolas. No me gusta tanto la verborrea pero es que nada puede ser perfecto y menos cuando lo más cerca que se ha estado de Argentina es en Surinam y no puede uno juzgar más que por sus músicos o sus escritores, sea Moris , sea Córtazar.

Hay una versión mucho más trabajada en Honestidad Brutal y no sé de cuando es esto aunque parece que de años antes. En este video semicasero de tangocity.com aparece con un cuarteto clásico pero joven y enérgico. Supongo que si eres argentino y te defines como El Cantante cantas tangos para calentar y al Rodríguez se le conocen unos cuantos. Cada uno su preferido, podría ser Yira, Yira, Cuesta Abajo o Por Una Cabeza pero también esta maravilla de tango del año 44 que compusieron los hermanos Expósito, Homero y Virgilio llamado Naranjo en Flor y al que primero le puso voz Roberto Goyeneche, el Loco. Un arabesco de letra que empieza hablando del agua blanda y trata del tiempo que ha pasado, y de aquel adiós en la vieja arboleda, «Después, que importará el después/ toda mi vida es el ayer/ que se detiene en el pasado/ Eterna y vieja juventud que me ha dejado acobardadado/ como un pájaro sin luz». Hay versiones en las que la base es el bandoneón, una de Baglietto sobre un bajo y la del Polaco con piano y violines. En Honestidad Brutal el protagonista es un piano y la canta con Virgilio Expósito, todo un lujo y un orgullo y hay que oírla. Aquí está peor cantada pero es más espontánea, tanto que tiene que leer para recordar la letra, empieza con dudas, remonta y deja una toma auténtica…«primero hay que saber sufrir/ después amar/ después partir/ y al final andar sin pensamiento». A Calamaro le sobra clase.

Recordando la letra…

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