Este sonido que podría llegar de cualquier sudoroso pub de los setenta se ha facturado el año pasado por unos chavales que no llegan a la mayoría de edad. Revisando los discos de su padre, que por edad habría sido más de Sex Pistols, se encontraron una pila de vinilos de Yardbirds, Dr. Feelgood y Rockpile, el movimiento que precedería al punk en los 70UK. Los inviernos son aburridos en el norte de Irlanda, los chavales tienen un talento espectacular, buen background y consiguen una actitud que vuelve a exprimir el inagotable rock´n´roll. Lanzan un EP con una versión de Bo Diddley y la bola empieza a rodar.
Entre los cuatro no suman los cuarenta |
Rápidamente se convierte en superventas digital y Ross Farrelly, Josh McClorey, Pete O’Hanlon y Evan Walsh fichan por la agencia de representación de Elton John convierténdose en the-next-big-thing del 2013. Pero esta vez con la sólida base del rythm´n´blues más clásico. Paul Weller, Noel Gallagher y todo el que tiene dos dedos de frente los defiende. Ellos no se andan tampoco con chiquitas y acusan al presentador Simon Cogan, presentador del Operación Triunfo de allí, de manipular a la juventud («He’s just a wanker. It’s the manipulation of naïve young minds as well»). Arctic Monkeys, los más listos de la tribu, se los llevan de teloneros en la gira de 2013 y ellos le cantan a los nervios de antes de actuar «The girls get so excited, The boys can’t get enough, Mr. Business has invited you to show the world your stuff, It’s the express train, one way, moving so fast, You better make it quick ´cause the attention don´t last». Lo que hace un buen rock´n´roll…
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