Otro inglés excéntrico. Figura en los Roxy Music de Brian Ferry a los que vestía de teclas y atmósferas. Aguantar al cara cartón de Ferry cuando se tiene la personalidad de Eno no debe ser fácil y a los dos años ya salía del grupo. Con una imagen glam hipersofisticada que le duraría poco, Eno se fue haciendo un nombre como músico intelectual, amigo de Fripp y de Bowie, dispuesto a colaborar en cualquier aventura interesante. No perdió de vista el after punk y produjo a los DEVO, y los Talking Heads. Su fama como productor fue creciendo hasta firmar el Joshua Tree de U2.
Este fue el quinto y último de sus discos de canciones de los 70. Salió en diciembre del 77 y ya su cara B deja escuchar lo que sería el inicio de la ambient music, los inefables discos de «Ambien 1: Music for Airports», «Music For Films» y «Ambient 4: On Land». Y con el ambient y las producciones el nombre de Eno ha ido creciendo hasta convertirse en una leyenda. Para este disco llamado «Before and After Science» se barajaron más de cien canciones en sus dos años de producción y pasaron por las sesiones desde Robert Fripp al batería de los Can que le acompaña en este «Backwater». Antes de sumergirse en las atmósferas Eno dejaba canciones como esta extraña sinfonía de sintetizadores con melodía infantil y letra entre surrealista y de humor inglés, «Black water/ There were six of us but now we are five/ We’re all talking/ To keep the conversation alive/ There was a senator from Ecuador/ Who talked about a meteor/ That crashed on a hill in the South of Peru/ And was found by a conquistador/ Who took it to the Emperor/ And he passed it on to a Turkish Guru».