De la Mallorca de Kevin Ayers a la Mallorca de Antónia Font, un grupo delicado y marino que gusta de jugar con texturas como la que aplican hasta el minuto veinte segundos con esa botella soplada que abre todo el sonido submarino. Aparte del placer que debe sentir un letrista que es capaz de hacer una canción a través de una palabra como batiscafo y de inventarse un personaje como Yuri Puscas, catedratic y camarada.
Los violines llevan la primera estrofa, ya estás buceando, «Batiscafo monoplaça, es teu focus a s’abisme de ses aigües insondables, només tu les averigües. Batiscafo socialista redactant informe tràgic, camarada maquinista a institut oceanogràfic. Batiscafo solitari dus un ruting planetari. (Batiscafo monoplaza, tu foco en el abismo de las aguas insondables, sólo tú las exploras. Batiscafo socialista redactando informe trágico, camarada maquinista a instituto oceanográfico Batiscafo solitario llevas un routing planetario)». Todo se olvida para mirar el mundo desde el fondo marino. Todo se une para ilustrar con ese coro hipersónico la triste aventura socialista y azul del camarada Puscas, «Batiscafo socialista redactant informe tràgic, catedràtic Yuri Puscas a institut oceanogràfic. Batiscafo katiuscas fas un atles visionari». Las canciones de Antónia Font son sugerentes, canciones para la imaginación, con esa extraña visión relativa que da lo insular y el explorar, como poetas ultraístas, amantes de la ciencia y del vuelo, las escafandras y los batiscafos.
