Lo torturado y lo frívolo. Robert Smith pertenece a la estirpe de gente como Tim Burton. Vistos de lejos incluso los confundirías. Capaces de introducir la ligereza de lo sencillo en la más oscura estética. El gótico fue la evolución maligna de los nuevos románticos, y The Cure su grupo referencia. Durante los 90 fueron el grupo del momento y su huella perduró hasta los emos manteniendo bien alto el caché de Smith, líder indiscutible y muchas veces tirano, del grupo de West Essex.

Pero Smith, como Burton, está tocado por la varita mágica del pop y esta canción lo demuestra. La caja de ritmos, las palmas, el bajo, la frase de órgano, el genial arreglo del peine y la desasosegante voz de Robert Smith… «I’ve waited hours for this/ I’ve made myself so sick/ I wish I’d stayed asleep today/ I never thought that this day would end/ I never thought that tonight could ever be/ This close to me«. Para acentuar la imagen se meten en un armario y graban este agobiante video. Amenaza con poner las cuchillas cerca del cuello y deja esta extraña estrofa «But if I had your faith/ Then I could make it safe and clean/ If only I was sure/ That my head on the door was a dream» que da título al disco. En España se corrió la voz de que Raimundo Amador puso la guitarra en «The Blood», otro tema de este «The Head On The Door» que fue el más importante de The Cure. De todas formas, Smith dejo otras gotas de esencia pop oscura en «Boy’s Don’t Cry» o «Killing An Arab» aunque para entender su verdadera personalidad haya que escuchar «The Forest». La generación Radiohead sabe mucho de esto.

Aún no eran góticos…

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