Me dio mucha alegría el pelotazo del festival de Rota de este año. Consiguieron juntar a Manu Chao y a Calle 13, uno con ganas de tocar en España con viejos amigos (lo hizo hace poco en Ourense en un festival de circo loco y alternativo que se celebró en la Ciudad de los Muchachos la semana anterior) y los puertoriqueños con disco nuevo en el mercado y de gira de presentación. Un festival de bajo coste que se va haciendo grande en un escenario espectacular. Manu Chao vino con La Ventura, bajo, guitarra y Teboul, la percusión de Mano Negra a la batería, para su última serie de conciertos, una formación más compacta para un set muy patchankero. Aquí va un enlace de un concierto de 2013 (https://www.youtube.com/watch?v=t63AHauHKQ0)

Este Alakrán estaba en el último disco de los franceses como grupo. Fue después de todas las aventuras y del tren de hielo y fuego que recordaba «Cien años de soledad». Y fue el mejor disco, puede que no tuviera la frescura del «Patchanka», ni la riqueza de «Puta’s Fever», pero había nuevos caminos, riesgo y temazos como «Santa Maradona» y «Señor Matanza». También estaba «Hamburger Fields» y la presentación a nivel mundial de Carlos de Nicaragua, el inventor de la salsa-reggae, popular, internacional y con mucha familia. Y que le pide a los Mano Negra que hagan un esfuerzo para sonar más latinos que nunca, «Si la mar esta podrida/ Conchita el alkitran/ Cuando hace mucho calor/ Huele a muerte mi amor/ Murieron los cangrejos/ Ya llego el Alakran/ En la guagua de pendejos/ Que vienen y se van…«. En el disco ya se oía el futuro de Manu Chao, con el oido abierto al son, el merengue. el ballenato o a la cumbia y «Casa Babylon» ni siquiera fue editado en Estados Unidos y Gran Bretaña. Y empezó el Clandestino.

Manu Chao y Teboul, dos buenos colegas

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