Un desgarbado Jackson se cansó de cantar y prefirió sentarse al piano. También se cansó de la nueva ola y se metió más en el mainstream. Pero antes hizo dos discos y este fue uno de los de cabecera de mis primeros 80. Uno de mis sinos era ser nuevaolero. Y uno de los nuevaoleros más insignes era Joe Jackson. Un inglés que deslumbraba con I´m the Man.

Después del punk cogieron los mandos los verdaderos músicos. que se dedicaron a buscar en las bibliotecas de los mejores sesenta. El espíritu del soul y el rock del que habian salido los Small Faces, los Who y miles de oscuros grupos ingleses interpretado por los que hacia dos años llevaban imperdibles. Costello, Pretenders, Ian Dury, Graham Parker, B-52, Motels, Cars y hasta los Ramones sin olvidarse de la escudería ska de Two-Tone o de los Clash. Cuatro años, del 79 al 81, un movimiento de la música pop de los que solo se ven cada diez o quince años. Después cada uno se fue por su lado y Joe Jackson escogió un camino americano de francotirador sin demasiado éxito comercial pero buenas giras. Aquí todavía tenía rabia y sabía sacar intensidad de su pequeña banda. Es marzo del 80 y actúan para una fría televisión alemana. «So give me all your money/ Cause I know you think I’m funny/ Can’t you hear me laughing/ Can’t you see me smile/ I’m the man/ I’m the man that gave you the hula-hoop/ I’m the man/ I’m the man that gave you the yo-yo».

New wave 100%

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