Charles Mingus fue un niño prodigio del violonchelo que llegó al jazz porque para un negro de los cuarenta era difícil el mundo de la clásica. Su madre era la hija de un inglés y una china y su padre de un negro y una sueca. Si me pidiesen un lugar para él con lo poco que sé de jazz, diría que me parece más moderno que todos los del bebop, aunque compartiese escenario con todos ellos. De hecho estuvo en la última actuación de Parker.

Nació en Nogales y se crió en Los Angeles y en el 43, a los 21 años estaba girando con Louis Armstrong. Pasó también por la banda de Herbie Hancock y con treinta años fundaba un sello llamado Debut Records con el batería Max Roach. Poco despues en el 56 sacaba Pithecantropus Erectus, un debut con nombre para despistar que fue su primera obra maestra. Meses después se hacia un viaje a Tijuana y grababa este Tijuana Moods que no se publicaría hasta el 62. Tuvo mala fama por su malhumor y por hablar claro, sobre todo denunciando el daño que la imagen cool de la heroína traía al jazz. Aqui está en lo más alto de su creatividad, con un riff de trompeta que marca el inicio del tema. Después un poquito de bebop clásico y la trompeta que vuelve no sé si para describir el jaleo. Veinte años después en el 67, Mingus se acercaría a la cumbia. En los 70 se le declaro una esclerosis lateral que le bajó de los escenarios y le impidió tocar con comodidad. Pero su cabeza seguía funcionando y no tuvo ningún problema en trabajar con Joni Mitchell o Jaco Pastorius. Grabando con ellos en el 79 moriría en Cuernavaca, en el Méjico que siempre le atrajo.

El mejor contrabajista del jazz

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