«Soul Brother Nº1», «Mr. Dynamite», «The Godfather of Soul» todos los alias eran pocos para el cantante más histriónico que ha dado el soul. Pero cuidado, este no es el James Brown un pelín coñazo de los setenta, de cuando las versiones eternas del «Sex Machine». Aqui está junto a sus Famous Flames en lo que fue su primer lanzamiento, allá por el año 1955, «Please, Please, Please» una caricia soul en la que ya se aprecia como a James le aprietan las costuras.
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| La mezcla perfecta de Elvis y Little Richard |
Nacido en el 33, fue criado por su tía, madame de un prostíbulo y, antes de los veinte ya era condenado a ocho años por robo que por buena conducta quedaron en tres de cárcel y tres de reformatorio. Allí conocería al también cantante Bobby Bird y después de un concierto de Fats Domino decide unirse a su grupo, que pasó a ser James Brown & The Famous Flames. Admirador rendido de Little Richard de quien aprendió los gestos exagerados y la locura sobre el escenario, el rock´n´roll le liberaría permitiéndole llenar su espectáculo de sobreactuadas y esotéricas interpretaciones. Esta suave y al mismo tiempo urgente petición de perdón es la base de su número de la capa. Si lo queréis ver en plena forma buscar en ytube «james brown TAMI» (http://www.youtube.com/watch?v=5_jqhXNF98A) , allí está todo, el número de la capa, los bailes del «Night Train», los gritos del público y el más auténtico moonwalking. Tal cual un Elvis negro, os sorprenderá como el exagerado James Brown influyó no tanto cuando fue padrino del funk, sino cuando fue un monstruo del espectáculo dispuesto a morir (o hacerlo creer) cada día que cantaba «Please». Lo mejor es cuando el Famous Flame le da golpecitos en el hombro, venga James no seas tan picao, tranquilo y el ayudante con cara de Sammy Davis Jr. le aguanta la capa. Un campeón que mantuvo su loca manera de ser hasta su muerte con unas peleas legales entre herederos legítimos e ilegítimos que van a tener ocupada a la justicia americana un tiempo.
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