Recuerdo ver estos videos en el invierno del 80, en un antro enorme de los Vinos de Vigo que por entonces se llamaba Groucho. Unos escalones con grandes cojines frente a una pantalla gigante que de cuando en cuando sacaba videos de Pretenders, Motels, Elvis Costello o The Cars entre baladas de Scorpions y demás rock duro. Cuatro desarraigados un miércoles cualquiera a las nueve de la tarde, sin nada que hacer en la ciudad que presume de ser la más laboriosa de Galicia. Fue el invierno que mataron a Lennon pero a la gente los Beatles le importaban mucho menos que ahora. Y después de la ola punk la curiosidad giraba hacia la new wave y sus francotiradores, como esta americana de Akron que llego a Londres para montar un grupo, triunfar y tener una hija con Ray Davies.
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| En Inglaterra ya están haciendo fracking? |
Y como he visto a esa hija en los periódicos aprovecho para meter «Kid» un temazo de Pretenders, el grupo de Chrissie Hynde. El matrimonio con Ray Davies duró poco, pero la hija que tuvieron en común, Natalie, ha salido de carácter tan fuerte como la madre (y como el padre) y ha unido sus manos con superglue a las de otro activista ecologista. El tema es que entre las manos de ambos estaba una sonda de perforación de fracking, que mientras los despegaron no trabajó. Siempre se puede criticar lo fácil que es hacer estas cosas cuando vives en una mansión de un millón de libras, pero prefiero esto que los photocalls. La niña es licenciada en literatura inglesa y explica sus razones en http://www.theguardian.com/commentisfree/2014/feb/26/natalie-hynde-ban-fracking-uk-protest-balcombe Cuando su madre editó este tema (1979), ya hacía versiones de su padre («Stop Your Sobbing») pero estaba aún lejos de que ella naciera, asi que el título de la canción no tiene nada que ver con Natalie, aunque hable de niños y de lo dura y triste que puede llegar a ser la maternidad. «Kid my only kid, you look so small you´ve gone so quiet I know you know what i´m about I won´t deny it, but you forgive though you don´t understand you´ve turned your head, you´ve dropped my hand« .Chrissie Hynde se pusó en la piel de una madre cuando su hijo descubre lo que hace para pagarle las facturas. Una dura lección cantada de esa manera tan americana y personal sobre el genuino sonido Pretenders-rockero de sus dos primeros discos. Una base rítmica dura y el sonido de guitarras nítido y claro de James Honeyman-Scott, que aquí se adelanta a Smiths. En este «Kid», el trabajo de las seis cuerdas es espectacularmente limpio y supongo que engañosamente sencillo. Y asi pasábamos las tardes en el Groucho, por completo ajenos al tracking, al internet y al futuro.
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