El año que fue Chikilicuatre a Eurovisiòn, este tema que se presentó a la selección no fue elegido. Aunque solo fuera por epatar, esta retrovisión del euroelectropop hubiera sido más interesante que la risa de un rato de Chikilicuatre. A partir de este disco el proyecto de La Casa Azul se hizó más personal y su juego de grupo de extras haciendo de miembros de un grupo inexistente se guardó en un cajón. Y desde entonces el tímido Guille Milkyway contesta todas las entrevistas.
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| Los primeros extras de La Casa Azul |
A todos los grupos de este estilo se les machaca desde foros con caderas duras, tonti pop es lo mínimo. Me sigue sorprendiendo, la música es buena o mala y no depende para eso del estilo pop o heavy, tecno o folk. Protegidos de Juan de Pablos, nuestro Wolfman Jack tímido con voz de cachorro, una esfinge sonriente que se ha hecho fuerte en su escondite de Radio 3, la existencia de La Casa Azul es en sí misma un homenaje a la música que desde «Flor de Pasión» nos lleva acompañando más de 30 años. Desde el piano infantil del comienzo, la cascada de caja de ritmos y toda la parafernalia electrónica que rodea a la escuálida flauta, el tema es pura y deliciosa impostura pop. «Y es que hay dias que sabes que no, que a veces no hay que tener la razón. (are you ready to go?) Tú, que decidiste que tu vida no valía, que te inclinaste por sentirte siempre mal, que anticipabas un futuro catastrófico, hoy pronosticas la revolución sexual». Recuerdo cantarla a voz en grito conduciendo de Oviedo a Vigo, allá por Arzúa, como cantas cuando estás solo en el coche o en la ducha. Se habría llevado cero points pero habría sido mucho más chula que el Chikilicuatre… sobre todo en la versiòn de tres minutos que presentaron al concurso. Pero preferimos mandar a un Don Quijote-Elvis bajito.
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