Tanto abanderado me tenía que llevar a esta bomba fétida que marcó el fin de Coppini con los Siniestro. Cuando llegué a Vigo después de una corta estancia durante el invierno en el que mataron a Lennon, este single acababa de salir. Al día siguiente, cada uno se fue por su lado. Primero Coppini, el mejor cantante que tuvieron, años después Costas el que marcó el verdadero estilo Siniestro, y al final quedó Julian, compositor de Me Pica y alma de Siniestro. Había que tener calma y se convirtieron en un honesto y profesional grupo de rock. Uno de los mejores grupos de rock por la cara que haya conocido.
Aquí se acaba el punk y la primera fase. Coppini podía sentirse a gusto matando hippies en las Cíes o incluso con las tetas de su novia pero viendo las letras y el mundo que se estaba montando en Golpes Bajos, su camino iba por otro lado. Mientras Hernández y Costas tiraban por el punk y el humor gamberro Germán apostaba por los cuartos de invitados, los maniquíes y el jersey de cotton. Costas se adaptaba bien a las gamberradas de Hernández y los dos continuaron el Siniestro más auténtico, el de Keke Rosberg, el maricón de playa y el de Monforte, el himno de los Lynyrd y el Voy para la Kama. El Siniestro de la rima fácil y el detalle cómico. El que llegó a lo mejor con el Bailaré sobre Vuestra Tumba. La parodia explota desde la magnífica portada donde Torrado blande la gaita como hacia Simonon con su bajo. La letra y la canción pueden sonrojar pero allí y entonces, en ese invierno del 83 vigués, no solo había reconversión. En la corte del Congo Belga…