Rob Fleming, el personaje que Hornby creó para Alta Fidelidad es un enfermo de las cintas de las recopilaciones. Se pasa el día haciendo listas con canciones. Soy de la generación del cassete con sus portadas manufacturadas y títulos como Country para comunistas o Vigo-Cádiz 93. Las he llevado en todos los coches y todos mis hermanos tuvieron las suyas en los suyos. Así que también soy un loco de las recopilaciones.

La idea del blog era poner las canciones que siempre había metido en las recopilaciones. Además del pop, que no lo es, sólo tengo dos géneros preferidos, el soul y sobretodo el ska. Y entre los grupos, el favorito por generación y sentimiento son los Clash. En el original de Junior Marvin se pasaba del ska al reggae (http://cancionesparamishermanos.blogspot.com.es/2014/05/junior-murvin-police-thieves.html), en la sacudida que le meten los Clash se viaja de las rastas a la rabia, el concepto preferido de Strummer. Comienza y acaba con el riff que luego aprovecharían para hacer el single «Groovy Times». Un clásico que les acompañaba desde el primer disco y que en esta gira aparecía por última vez en el set list. Lo hacían con los ojos cerrados y aunque al principio el grupo parece perdido no tardan en coger las riendas. Los cuatro están en plena forma. Grabando en los Electric Ladyland el Sandinista! y aprovechando para hacerse una gira llamada 16 Tons por las principales ciudades USA. Se tienen la canción machacada. Paul Simonon y Topper Headon mantienen la frase exactamente todo el rato. El eficaz Hammond de Mikey Gallagher pone el colchón, la guitarra de Jones se luce como lo hacía en el vinilo y Strummer suena seguro y sobrado. En el recitado dub, Strummer saluda a Lee Dorsey, compañero de gira. Fueron el puto grupo del momento.

Los Clash en acción. Una foto de Groen

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